EL PLATO DE SARDINAS
Condimento que yo preparaba
para "El" y para mi
de forma amorosa y esmerada,
era su manjar, era su deleite si.
Esto de vez en cuando sucedìa
yo observaba su contento,
cuan feliz se le veìa
despuès de comer este alimento.
Pero aquel feliz momento
en mi vida se trunco
aun lo vivo y lo siento
como viento huracanado que un arbol derrumbò.
Escasas horas habìan pasado
mi alma estaba rota, muerta casi,
!Tu te habìas "ido" allí, al otro lado!
¿Fue coincidencia o tuvo que ser así?
Encima de mi mesa un plato de sardinas
esperaban ser degustadas
sin cabeza y sin espinas,
como a ti te gustaban.
Cogí el plato entre mis manos
las mire y las volví a mirar...
mis ojos se nublaron, mis manos temblaron
dirigí mi mirada a "tu cielo", y quise rezar
No las pude comer
!Me pareció un sacrilegio!
Era muy fuerte mi querer
en esta , tu vida, que fue mi alegría.
Sentí vergüenza, sentí impotencia
sentí que te traicionaba.
Fuiste fiel y devolviste mis caricias
contigo supe que todo se acababa.
La muerte es misteriosa,
todo lo guarda y nada olvida
a veces olor a rosa
a veces dolor de la vida
Extraña reacción
que con fuerza afloro
no se sabe la razon
ni el día ni la hora.
Como una inmensa tormenta en el abismo del mar
bullen mis neuronas
imposibles de callar
a veces silenciosas, a veces tormentosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario