lunes, 4 de febrero de 2008

El viejo, el nuevo y el maestro.

Hoy he podido observar una situación en mi casi diario encuentro con el Budo, que se ha desarrollado dentro de un espacio sagrado para un artista marcial como es el Dojo, pero podría darse en cualquier situación espacio-tiempo en la que entren en interacción tres seres humanos, ó más.
Podría haberse dado en cualquier ambiente, laboral, familiar, en un campo de batalla....ó en el Dojo.
En la situación que nos ocupa han intervenido tres seres humanos, tres artistas marciales, tres budokas, cada uno de ellos, un mundo diferente, un estado evolutivo del arte marcial diferente, podría decirse que representante cada uno de ellos de los puntos de referencia en el Do.
El viejo, hombre hecho a sí mismo, budoka con amplia experiencia en distintas artes marciales, con un concepto de la práctica llamemosle "clásica", es decir a la antigua usanza, con los conceptos del guerrero que ha aprendido y desarrollado sus habilidades, sin habersele permitido ningún tipo de concesión.
Valora los compañeros de entrenamiento, que siendo nuevos ó veteranos asumen los valores y actitudes del guerrero, y como tál actúan en un entrenamiento, (y a ser posible en el resto de sus vidas).
En contrapartida , el lado que yo considero negativo es su excesiva rigidez, heredada por una parte de su entrenamiento en otro arte marcial clásico, y por otra parte, fruto de un estilo de vida que marcó a los hombres de su generación
El nuevo, muchacho, producto de última generación, reflejo de las condiciones de vida en las que se ha criado, cultura del no esfuerzo, del beneficio facil y de la excesiva permisividad. Nuevo en el Do, y que todavía no comprende las condiciones intrínsecas. que debe asumir e interiorizar, para recorrer este camino.
La parte positiva, es que si la arcilla no se quiebra antes de tiempo por una mala cocción, posee unas cualidades de maleabilidad y flexibilidad, muy importantes para evolucionar y progresar en el arte marcial, debido precisamente, a lo que en un principio podría parecer negativo, su juventud.
El maestro, instructor de artes y armas así como crisol de caracteres, que han de orbitar sin colisionar en el universo del tatami. enciclopedia viviente del budo que le apasiona y en cierto modo guía para los que tratamos de seguir el camino, con todo lo que lo conforma, técnica, filososfía,.... forma de vida en resumen.
Como ser humano, evidentemente tiene sus virtudes y defectos, pero los últimos, por el momento, no estoy tan evolucionado, como para que esté justificada por mi parte, una reseña de los mismos
Pero, sabido és, que nadie esta libre de perder el control de una situación, aunque sea por fracciones de segundo, por mucho dominio que se tenga de la misma, y aunque esto desde un punto de vista subjetivo podria cosiderarse como un fallo, a mis ojos lo hace mas humano y por lo tanto mas perfecto.
Y así ocurrió, el viejo agujero negro, que no supo (ó no quiso) hacer las concesiones necesarias para absorber al joven y "díscolo" planeta en su interior.
provocó el inevitable choque de fuerzas, situación que debe ser de lo más evitable, en nuestro querido budo, el aikido.
Por un lado la rigidez, la tradición mal entendida, por otro, la falta de asumpción de valores y actitudes necesarios en la práctica del camino, y enmedio como elemento mas perjudicado, el "núcleo" alrededor del cual deben girar sin colisionar las "moleculas".
Tras observar la situación de manera objetiva e imparcial, traté de darle al maestro, cual era mi visión de lo que debería haberse limitado a hacer, sin implicarse, y dando la oportunidad a las partes de que arreglen sus diferencias sin interferir en el correcto y tranquilo desarrollo de la clase, por supuesto haciéndole notar, que era mi humilde opinión,
Pero esto no vá con el caracter del sensei, y yo se que él sentía, que debía retomar el control de la situación, ejerciendo como juez, y poniendo a cada cual en su sitio, aún a costa de llevarse un disgusto considerable.
Al final se resume todo en una cuestión de actitud, que la diferencia generacional marca y agrava mas si cabe y ante la que el maestro poco puede hacer, sino tratar de cultivar, en sus alumnos mas jóvenes que por otra parte ya deberían entrar con unos valores de base en el Dojo , y mantener y mejorar en sus alumnos mas veteranos.
Como comentaba en un principio, esta situación es perfectamente trasladable a cualquier momento espacio temporal de la vida de un guerrero.
"....Para tener fé en su camino, no necesita
probar que el camino del otro está equivovocado"
M.G.L de Paulo

1 comentario:

Rafa dijo...

Hola Miyamoto, oye me a gustado mucho tu ultima exposicion, ya me gustaria saber que fué lo que pasó en esa clase. Como siempre palabras que cobran sentido en tu blog...me a gustado mucho como siempre.
Rafa---vdragon
Oye algo importante: quiero ponerme urgentemente en contacto contigo te dejo mi email: naturcen@hotmail.com o naturcen@telefonica.net