jueves, 26 de junio de 2008

Futuro

Continuando, con las reflexiones sobre lo que el porvenir de las artes marciales en general, y del aikido en particular nos depara a todos aquellos que tratamos el seguir el Do de una manera coherente me viene a la memoria una reciente y grata experiencia.
Con motivo de una exhibición de fin de curso, que una de mis más preciadas/os compañeras/os de camino quiso ofrecer a los padres de veinticinco semillas de un vivero de futuros artistas marciales, la compañera nos pidio a su grupo mas cercano de entrenamiento y por su puesto a la fuente de sus conocimientos nuestro querido maestro, como decía nos pidió, que formasemos parte de esa exhibición.
Nuestro papel en el evento sería dar una idea general, de la evolución marcial que experimentarían, de continuar en la vía, todas aquellos preciosos esbozos de aikidoka y por supuesto de persona.
Pero a ella le quedó la parte mas dificil de llevar a cabo,.
Demostrar a los padres el trabajo que había hecho con sus hijos no solo como pequeños guerreros, sino como personas.
Y puedo dar fé de que tanto padres como maestro y compañeros nos quedamos maravillados del trabajo realizado.
Veinticinco personitas que apenas levantaban un palmo del suelo, en perfecta coordinación y demostrando una disciplina, obediencia, y saber estar hacia su maestra, padres y porque no decirlo compañeros adultos que allí nos encontrábamos, que nos dejo boquiabiertos.
Desde luego los padres no podían dar crédito a lo que veían sus ojos con respecto al comportamiento de sus vástagos.
Ese es el verdadero trabajo que debe hacer un/a maestro/a de artes marciales, el conocimiento técnico ya vendra con el tiempo y la constancia.
Evidentemente también debe saber como mantener el interés, de todos sus pequeños alumnos con la pedagogía adecuada, y por lo que mis ojos vieron en aquella ocasión el objetivo estaba más que cumplido para el siguiente curso.
Pero aparte de todo esto y enlazando con mis últimos pensamientos aquí reflejados, ¿Acaso no es esta la base desde la que debemos partir, y con la cual trabajar,creando una generación de futuros aikidokas interesados únicamente por el desarrollo de una comunidad sin divisiones, únicamente interesados en evolucionar como artistas marciales y sobre todo como personas, a traves de la guía de su maestro, y llegado el momento oportuno del estudio de todos aquellos que han dedicado su vida y han hecho grande nuestro Camino?.
Sin intereses políticos, ni partidismos, únicamente un objetivo común, el Aikido en toda su grandeza.
Simplemente son mis sentimientos, no pretendo hacer demagogia.
No pretendo hacer un estudio exhaustivo sobre la problematica que me preocupa aqui expresada con breves pinceladas, y así se lo expreso al Universo.
"Un guerrero sabe que los actos de cada persona tienen consecuencias que se prolongan durante mucho tiempo, y necesita saber que mundo está dejando para su quinta generación."
M.G.L de Paulo

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