miércoles, 30 de julio de 2008

Fases

En un principio fueron Chuck Norris y los dinosaurios.. ¿Alguien ha visto a los dinosaurios?
Con esta metáfora en forma de chiste bastante conocido en el mundillo de la A.A.M.M, y profesionales de la seguridad , públicos y privados en general, quisiera expresar una realidad del espíritu humano, que yo mismo he experimentado en mi interior desde que llevo en las práctica de las artes marciales, y que por supuesto es trasladable a la vida en general fuera del dojo.
En este caso el inefable Chuck, representaría nuestro espíritu, lo eterno, lo inmutable, el eje alrededor del cual gira el continuo espacio-tiempo de nuestras vidas, y por otro lado los dinosaurios repesentarían nuestras expectativas, motivaciones e impulso necesarias para iniciar cualquier actividad por la cual nos interesemos.
Todos nosotros, sin excepción, cuando comenzamos la práctica de un arte marcial, o insisto, de cualquier otra actividad, como pueda ser , la pintura artística, por poner un ejemplo, lo iniciamos con ciertas expectativas, sobre lo que querremos llegar a conseguir.
Cada actividad requiere un tiempo para asimilar la técnica, los principios, un ritmo de aprendizaje, el cual si tenemos la inmensa suerte de tener un buén maestro, sabrá adaptar a nuestras capacidades y talentos naturales.
Pero aquí llegamos a un punto en el que las artes marciales, se desvían ostensiblemente, del camino paralelo seguido junto a otras actividades del ser humano.
Los valores eticos y morales, la filosofía implícita en la práctica de una actividad que por regla general, proviene del trabajo de recopilación y desarrollo de personas que vivieron muy de cerca la lucha entre la Vida y la Muerte, ó bien por herencia cultural, ese aspecto, formaba parte integral de sus conciencias.
Y viendo, por un lado el beneficioso legado que podían dejar al resto de los seres humanos, también vieron la necesidad de dotar sus enseñanzas de un contenido ético y moral, para que su legado no se convirtiera simplemente en un sistema de técnicas de combate cuya aplicación indiscriminada diera como resultado la lesión, la amputación,.....La Muerte.
Cuando comenzamos la práctica de un arte marcial tenemos tantas expectativas diferentes como practicantes pueda tener el Arte.
Sin embargo creo que la mayoría tenemos una motivación común, que es el capacitarnos para poder defender en un momento dado de necesidad, nuestro bién mas preciado que és la Vida, la nuestra y la de nuestros seres queridos.
Habrá gente que, como el caso del aikido, o del Tai-chi, que no deja de ser un arte marcial entrenandolo convenientemente, solo le interesa la parte filosófica de la práctica, y cuando oigo esto, repito, sobre todo al principio, desde mi perspectiva actual, me entra la risa, porque si solo se tratara de eso, no necesitaria practicar ningún arte marcial, sino integrarse en una comunidad religiosa, también hay quien te diría que es un buén ejercicio físico, y ante esto les recomendaría que se apuntaran a spinning, ya que esta demostrado que es el entrenamiento que mas calorías quema.
Pero hay un tanto por cierto muy minoritario, que alegan querer forjar un caracter y un espíritu templado ante las vicisitudes de la vida ordinaria, a través de un duro entrenamiento marcial, y aunque eso me sigue provocando cierta sonrisa, el hecho de la sinceridad que se necesita para admitir que no se posee por nacimiento el caracter de un guerrero, eso ya me convence un poco más.
Porque lo cieto es que existen ciertos personajes que frecuentan los foros de artes marciales, que desde que eran princiantes alegaban ser los recipientes del espíritu de los grandes guerreros de Historia, y desde mi perspectiva actual estoy casi convencido de que el guerrero se hace , no nace.
Pero sean cuales sean las motivaciones, lo importante es no quedarte toda tu vida marcial estancado en ellas, sino evolucionar, dejandote llevar y transformar por el crisol que supone el arte marcial que practiques.
En aikido he podido observar que cuando la gente comienza la práctica y su motivación es la defensa personal en su vida privada o como herramienta de trabajo, se estanca en su aprendizaje porque están mas preocupados, como fué mi caso, en la aplicación práctica , ya no solo de cada técnica, sino de cada ejercicio realizado como ayuda y guía para la correcta asimilación de los principios que suponen la correcta ejecución de esa técnica.
Por otro lado aquellos que pretenden ignorar la parte marcial, para centrarse
excusivamente de alcanzar la iluminación, el satori, a través de meros ejercicios físicos despojados en su espíritu, de su contenido marcial están tan equivocados como loe primeros.
De todas maneras, lo maravilloso de este asunto, es que si se sigue practicando con constancia y de la mano de un buén maestro, lograremos atravesar las fases necesarias para poder unificar todos los factores, tan importantes, los unos como los otros dentro de nuestro espíritu y así alcanzar a percibir la Verdad del arte marcial que practiquemos, como es mi empeño actual.
" Un guerrero sabe distinguir, lo que es pasajero de lo que es definitivo"
M.G.L de Paulo

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