sábado, 23 de diciembre de 2006

Decision

Aún recuerdo como si fuera ayer, aquella comida familiar, en la cual comuniqué a mis padres mi decisión de cambiar de oficio.
Sentía que si continuaba en el mismo (hostelería), iba a ser infeliz el resto de mis días.
A pesar de los años que ya llevaba en el mismo, yo no estaba hecho para ello, y me sumía frecuentemente en reflexiones que me entristecían, porque ademas no conseguía ver una luz en aquel callejón sin salida, en el que se había convertido mi vida.
Sí, me ganaba la vida, pero no tenía calidad de tal.
Sentía que era muy joven, para seguir enclaustrado el resto de mi existencia en la barra de un bar, y aquello me iba consumiendo poco a poco.
Ciertamente, no veía salida hasta que ví un anuncio en un periódico solicitando personal para una empresa de seguridad, y me dije ¿Porque nó?
El Todo me ha dado una buena presencia para ese tipo de labores-pensé-, y ademas creo poseer una capacidad psicologica innata, necesaria para lidiar con todo tipo de situaciones que se presenten, en este tipo de trabajo, aparte de la experiencia adquirida, tras la barra del bar.
!Estas loco!, me decían mis padres,!No podras salir adelante!!Los sueldos son de miseria!
Esto me lo decían dos personas mayores educadas en el valor de la estabilidad laboral de un trabajo a costa de tu salud mental y física.
Y para los cuales, lo que oían en los medios de comunicación es palabra de Dios.
Ellos eran adictos a cierto programa de radio nocturno, al cual llaman a contar sus cuitas, mucha gente que trabaja por las noches, sobre todo personal de seguridad.
En algo tenían razón , los sueldos en este sector, son de misería en relación, a las responsabilidades que se exigen.
Pero por otro lado se equivocaron.
Ellos no contaban con mi determinación de aprovechar la oportunidad que el universo me estaba dando, la determinación del guerrero de seguir en la batalla hasta el final.
Y poco a poco, paso a paso, batalla a batalla he ido saliendo adelante, y mi calidad de vida, en relación a lo que era antes, ha mejorado lo suficiente, para ser capaz de salir del estado de hibernación personal y espiritual en el que me encontraba sumido, y que no me permitía ver el inicio de mi Do, que desde entonces he comenzado a recorrer.
"El guerrero sabe que es libre para elegir lo que desee; sus decisiones son tomadas con valor, desprendimiento y -a veces- con una cierta dosis de locura."
(M.G.L de Paulo)

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