domingo, 4 de mayo de 2008

Endogamia

Históricamente, las grandes estirpes reales, de todas aquellas culturas con tradición monarquica o imperial, han tratado de mantener la pureza de su sangre a través de uniones de los herederos al trono con consortes provenientes únicamente de la nobleza ó incluso de manera endogámica, con miembros de las propias familias.
En nuestro país esto era práctica bastante habitual.
Pero esto al final traía un problema, y es que la sangre al no renovarse creaba seres deformes.
Seres que incluso, no solo siendo deformes físicamente, sino también tarados mentalmente, posteriormente llegarían a regir los destinos de un país.
Este concepto, el de la pureza, que en un principio tiene tan buenas connotaciones, como no se maneje con cuidado, puede pervertirse de manera extrema, llevándonos incluso a situaciones historico-politicas, que a todos nos vienen a la mente como fué el caso de ese oscuro guerrero que fué Hitler. O sin ir tan lejos, los aberrantes casos de nacionalismos ultraradicales que vivimos en nuestros días.
Hará un par de años asistí a un curso de un conocido maestro japones que ya ha hecho habitual su cita con los seminarios que imparte de manera anual en una bella ciudad del sur, con gran herencia arabe.
A la salida de una de sus clases, uno de los organizadores supongo que sintiendo curiosidad, por el grupo que llegamos de Bilbao, ya que no eramos habituales de estos seminarios, se acercó a nosotros, y tras saludarnos y cambiar algunas impresiones sobre el keiko realizado, me preguntó si seguíamos algún maestro concreto a lo cual yo le respondí, que sí, que al nuestro.
No contento con la respuesta, me preguntó si mi maestro seguía a alguien en particular, y como no me gustó el cariz que estaba tomando la conversación, le respondí que a todos y a ninguno. que de cada uno de los grandes maestros con los que habia precticado cogía lo que mas le interesaba ó gustaba en riqueciendo de esta manera su propio aikido, osea el de Osensei.
Recientemente un compañero de entrenamiento que había entrenado en un dojo de la comunidad autónoma vecina me comentó que en el aquel dojo seguían de manera casi sectaria uno de los introductores del aikido en nuestra tierra.
Y él opinaba que esto no era bueno, porque cuando este gran maestro falleciera, ¿a quién iban a seguir? ¿dejarían de practicar aikido, por no tener un referencia clara?.
Existe una leyenda en la que a cuatro ciegos, se les pide que describan un elefante, colocandoles a cada uno de ellos con la mano en una parte del animal.
Así, el que tocaba la trompa dijo que el animal era rugoso, flexible y largo.
El que tocaba la pata dijo que era como una columna, sólida, fuerte e inamovible.
El que tocó los colmillos dijo que el elefante era suave, curvado y puntiaguado.
Y el que toco el lomo dijo que er como una gran montaña de carne, de piel rugosa y peluda.
Todos tenían razón, y ninguno. Confundían el todo con la parte.
Tristemente vengo observando dentro de nuestro propio dojo, como se esta dando este fenomeno, por el cual debido a la amplitud de horarios que ternemos de entrenamiento, por un lado se estan formando grupos que siempre entrenan juntos bién porque un horario les viene mejor, o bién por que ya se conocen entre ellos y le resulta mas facil y coveniente para su ego entrenar siempre con las mismas pesonas.
Incluso aquellos que yo consideraba sempais de referencia cuando yo empecé se han anquilosado, no han evolucionado , algunos incluso han muerto para el
arte.
Incluso es muy común en muchas escuelas que los practicantes solo acudan a cursos de sus propios maestros.
Esto no es una crítica, es un toque de atención para aquellos que realmente deseen evolucionar y mejorar en su práctica.
Salid de vuestra comodidad y ved un poco lo que pasa por el mundo.
"Un guerrero de la luz sabe que tiene defectos. Pero sabe también que no puede crecer solo, distanciandose de su compañeros"
M.G.L de Paulo

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