miércoles, 23 de enero de 2008

Mi evolución -Blanco-

Aquello era el caos, aunque maravilloso a la vez. Era incapaz de coordinar un pie con otro, una mano con un pié, una mano con otra con otra mano.
Debo agradecer al maestro, que entonces tuve, la paciencia que tuvo conmigo, aunque por circustancias de la vida, sobre todo profesionales, no podía entrenar todo lo que hubiese querido y necesitado.
Tras dos años de discontinuos entrenamientos, tuve que empezar casi de cero, con mi actual maestro.
Técnicamente creo que fuí el peor cinturón blanco que he conocido, porque actualmente observo a los grados "mas bajos",e incluso ellos coordinan mejor de lo que yo lo hacía en aquella época. Aunque hay algo en lo,que si me puedo equiparar a ellos, la ilusión, y eso si que no me lo puede quitar nadie. Ese fue el motor que me impulsó aquellos tres primeros años de blanco. Aquí debo mencionar a un buén amigo ( el mejor), con el que a veces recordamos esos tiempos y bromeamos diciendo quer fuimos cinturones blanco y amarillo 2º y 3º dan.(Saludos hermano zorro).
Incluso el primer año que entrené con mi actual maestro, si no hubiera sido por esa ilusión y sed de superamiento, hubiese tirado la toalla varias veces.
A pesar de que al sensei hoy en día, no lo cambiaría por nadie, en aquella época me llevó al limite y a veces me superaba.
Pero fué también en aquella época cuando comenzó mi transformación como aikidoka y como persona. me empezó a interesar el mundo que rodeaba, y la cultura de la que provenía el aikido. Sus raíces, sus valores y la filosofía sobre la cual su fundador O'Sensei Ueshiba lo creó.
Comencé a investigar y debo decir que mi hambre de conocimiento, y falta de tiempo para entrenar fue la que me llevó a adquirir toda la literatura que actualmemnte poseo sobre el tema.
Como decía antes, paralelamente, a la evolución técnica comencé a experimentar una evolución personal, de de actitud, de caracter, emocionalmente, que aún hoy en día, continúa su Do, su camino.

1 comentario:

Gran Canaria para disfrutar dijo...

Tus comienzos me recuerdan a los mios, aunque creo que te superé en torpeza, no es extraño ya que empecé mucho mas tarde que tu,jajaja. La verdad que tu maestro me parece admirable, tuve la suerte de estar en un curso suyo en Las Palmas y lo que más me gustó fueron sus ukemis. Espero con impaciencia la continuación...
Carina